El poncho de Sara

Pues sí, sigo aquí y sigo trasteando con mis cosillas... ni siquiera he aparecido por aquí para desearte feliz Navidad. He tenido unos días muuuuy complicados y atareados, los más cercanos a mí lo saben. Aun así, no he parado de hacer cosas, pero no me he encontrado con el espíritu para subirlas aquí y compartirlas por diversos motivos. 

Éste es mi último proyecto del año. Llevaba en mi cabeza más de un año y lo he empezado antes varias veces con otros tipos de lana sin que llegara a convencerme. Es un poncho sencillo, su mayor dificultad está en tener que hacer tantas uniones de lana con tantas rayitas de colores. He aprovechado restos que tenía de color rojo, unos ovillos que compré y al final no usé verde pistacho, blanco y gris,  y tres nuevos que he comprado azul, malva y naranja. Casi todos son 50% lana de merino y 50% acrílico. Las agujas son nº 4. Así lo he hecho.

Se hace en dos piezas iguales (delantero y espalda) que se tejen desde arriba. Hay que montar un número impar de puntos y marcar el punto central. Yo monté 39 puntos pero te recomiendo hacer una muestra y calcular según tu propia tensión. 

1ª vuelta: al derecho.

2ªv.: al revés.

3ª v.: 1 punto al derecho, (una lazada, 2 puntos juntos al derecho) hasta el final. Con esta vuelta sale el caladito del cuello en el que le podemos poner un cordón o lacito si queda demasiado abierto del escote para ajustarlo.

4ª v. al revés.

5ªv.: 1 punto al derecho, (1 punto, 1 aumento) 3 veces, 31 puntos al derecho,  (1 punto, 1 aumento) 3 veces, 1 punto al derecho. Con estos aumentos damos un poco de anchura a los hombros.

6ª v.: al revés.

7ª v. e impares: al derecho hasta el punto anterior al central, una lazada, un punto, una lazada, resto de la vuelta al derecho. Recomiendo mucho el uso del marcador para no olvidar los aumentos. Yo uso un arito de plástico antes del punto central en la vuelta del derecho.

8ª v. y pares: al revés.

Repetir estas dos vueltas combinando los colores hasta alcanzar un largo cercano al que queremos. Yo ajusté el patrón de rayas para terminar en azul igual que había empezado. El último color lo hice entero con vueltas del derecho para que no se enrolle el borde. De todos modos seguí haciendo los aumentos centrales en vueltas alternas.

Hay que hacer esto dos veces y después coser por los lados. Y ya está. Terminado. ¿Qué te parece?

Ahora me quedan un montón de restos de colores, así que creo que haré la versión mini de este poncho para Natalia, aunque tendré que combinar los colores de diferente manera para que las cantidades de lana que me quedan de cada color se ajusten al tamaño del poncho.

Edito para incorporar el poncho de Natalia, con los mismos colores pero combinados de diferente forma y algo más pequeñito. 

 

Y se acabó por este año. Ha sido un año difícil en muchos aspectos, pero también lleno de cosas buenas. Me quedo sólo con esas y es imposible mencionarlas todas pero, dentro del top ten, destacaré...

1. Tener a mi pareja y familia a mi lado (no es nuevo pero sigue siendo igualmente maravilloso)
2. La llegada de Natalia y su maravillosa sonrisa. 
3. El cariño de mis tres sobrinitas mayores y lo mucho que me sorprende cómo aprenden y crecen. (tampoco nuevo, pero crece y crece)
4. Este blog, que era uno de mis propósitos incumplidos.
5. Mi pequeño Aiko, con picotazos y todo, y lo mucho que he aprendido del respeto y el amor a los animales.
6. Mis amigas y compis Alicia y Macarena.
7. Mi grupo whatsapp de amigas de la playa de mis años mozos.
8. Estrechar lazos con buenas amigas con las que estaba distanciada, Maribel y Belén.
9. Mi primer mercadillo.
10. Haber conseguido un sueño largamente acariciado, aunque luego lo perdiera enseguida.
11. ...

Soy incapaz de ordenar esta lista por importancia. Que nadie se enfade. Como he dicho, es imposible decir todo lo bueno de un año en una lista y seguro que me acordaré de más cosas. Desde niña el último día del año me entristece y ésta me parece una buena forma de quitarme el muermo. Pensar en todo lo bueno.

Espero que tu lista sea larguísima. Y que el año 2014 sea miles de veces mejor. Para ti y para mí.

Besitos!

Los pies de Natalia crecen

Parece mentira, pero la benjamina de la familia ya tiene más de seis meses... así que en su primera Navidad va a disfrutar mucho y con ella todos nosotros. Hace dos años exactos tejí para Sara un gorro y unas botas en suave angora roja. A Natalia le sirve el gorro, pero las botas le vienen pequeñas. Es natural, Sara en esta época tenía cuatro meses y medio. Y su hermana tiene los pies mucho más grandes. Así que aquí están sus botitas nuevas.

El pequeño arbolito les va genial. Tanto que no sé si ponerle a la niña las botitas o llenarlas de caramelos!

El patrón de las botitas no lo tengo, entre otras cosas porque he ido improvisando, tejiendo y destejiendo hasta que he visto la forma y tamaño que me gustaban. Si reúno paciencia para dibujarlo lo subiré, pero ten en cuenta que el tamaño resultante dependerá del grosor de la lana y la aguja, así como de la tensión que le des al tejido. 

¿Quieres unas botitas como éstas? Puedes encargarlas por email al correo lohehechoyo@gmail.com

Besitos!

El pollito azul de Nico

Me hace muchísima ilusión hacer trabajos como éste. Aunque no conozco a la familia que va a recibir este regalo, es un halago enorme que te den carta blanca para hacer un trabajo. Me siento realmente encantada ante tanta confianza en mi criterio, en mi gusto y en mi trabajo. Así que me he esmerado muchísimo (no sé por qué digo esto... siempre lo hago!) y me ha llevado muchas horas, pero me encanta el resultado. He realizado una mantita de bebé de 120 x 90 cm de suave pelito, una toalla sábana de 100 x 150 cm y un cuelgachupetes. Con el color celeste como punto de partida, he utilizado un suave piqué blanco de nido de abeja y diferentes telas vichy para las aplicaciones. Como siempre, los bordados son con hilos de seda y para darle más alegría al conjunto he combinado con el clásico celeste los cuadritos en blanco y negro y el naranja. Todo en una original cesta con motivos navideños. Esta parte me encanta (la de la presentación y el envoltorio) y como sé que no es muy ecológico eso de envolver regalos, procuro que el envoltorio también sea útil después (una caja siempre viene bien) y la decoración es casi 100% reciclada.

¿Te ha gustado? Creo que, como mínimo, será un regalo original y diferente. Repetido no lo va a tener... seguro!

Y tú, ¿has empezado ya a comprar los regalos de Navidad? ¿O has decidido hacerlos tú mism@, para que tengan más encanto? Si es así y quieres inspiración, pronto nuevas entradas con tutoriales DIY.

Besitos!

Cómo vestir una caja

Lo sé... tengo el chiringuito un poco abandonado! A veces vienen temporadas en las que no tengo tantas energías para hacer cosas, las ideas no dejan de pasar por mi cabecita pero se quedan ahí, como ideas. Así nadan y bucean en mi materia gris un montón de proyectos. 

Éste otro se ha hecho material esta mañana fría mientras ordenaba los armarios. Es muy sencillo y barato, sólo gastaremos en cola termofusible. Lo demás es reciclado. 

Siempre me ha gustado forrar cajas para que queden más bonitas, más fuertes y más duraderas. Con papel, forro de libros, retales de tela... y por qué no con una camiseta? Tengo una montaña esperando su reciclaje por diversos motivos: manchas que no se van, demasiado cortas, demasiado estrechas, publicitarias que no me pondré... y cajas otro tanto. Guardo todas las cajas de tamaño mediano y cartón resistente por si me sirven algún día. Lo he dicho más de una vez, tengo algo de Diógenes y no puedo evitarlo.

Vamos con el tutorial.

Antes de empezar, asegúrate de que la caja entra en la camiseta. Es genial que estire un poco, pero si se pone demasiado tirante el cartón al final se doblará. Mi caja tiene unas dimensiones de aproximadamente 25x25 cm y la camiseta es una talla s.

 Como se ve en la próxima imagen, cortar la camiseta y meter la caja dentro. Colocar las costuras rectas y en el lugar que prefieras (aristas o centro de una cara) Yo he preferido dejar el dobladillo para el interior de la caja y la parte recortada hacia abajo. He dejado unos dos cm para pegar por debajo y un borde mucho más ancho para el interior.

 Con la cola termofusible, pegar los bordes inferiores. A continuación, pegar los interiores. Y ya está. Trabajo terminado. ¿Has visto qué bien queda en mi estantería del gigante sueco?

Es un trabajo muy facilito y muy lucido. He apartado unas cuantas camisetas para repetir la fórmula así que pronto os enseño otras ideas. 

¿Te ha gustado? ¿Cómo personalizas tus cajas para que estén más bonitas y resistentes?

Besitos!

Cascos para todas!

Hola! No... no, no me he vuelto loca con estos fríos repentinos. Llamar cascos a las diademas (y en general, a cualquier accesorio que se ponga en la cabeza) es cosa de mi sobrina Sara. Con 18 meses no quería ni ver una horquilla, clip, diadema o gorro. Pero si le decías que era un casco se lo dejaba poner tan conforme. Y todo por una tarde que estuvo jugando con un casco de bicicleta. 

Todas estas diademas las hice para el mercado de artesanía de la Basílica. Unas las tengo y otras ya las he vendido, pero si te gustan te las puedo volver a hacer. También las puedo hacer en otros colores, o si tienes un trocito de tela para conjuntar con un vestido o una falda. Tú pides. Cuestan entre 5 y 7 euros (5 las de tela, 6 y 7 las de crochet).

Además de diademas, llevé al mercado muchas más cosas. Pero como el post va de "cascos", hoy enseño los accesorios para el pelo. Ten en cuenta que sólo se trata de una muestra. Puedes encargarme los colores y diseños que tú quieras.

He de decir que me gustó mucho la experiencia y que sin duda repetiría. Sin embargo, al hacer todas estas cosas sin saber para quién serían me costó mucho más inspirarme. Me gusta hacer cosas por encargo, con o sin nombre, conociendo a la persona, su estilo y sus gustos. Y por supuesto, que te lleves algo original y único, que se ha hecho especialmente para ti.

¿Cómo llevas este sábado tan frío? Yo estoy sacando preciosas madejas de lana para mis próximos trabajos.

Besitos y feliz finde!

La Basílica de los Mercaderes

¿Suena veneciano, verdad? Pues no, será aquí, en Sevilla, el domingo 10 de noviembre en los jardines del Restaurante la Basílica (avenida de la Buhaira) y por primera vez participaré en un mercado de artesanía... qué ilusión!!! Además, estaré acompañada de mi buena amiga Maribel, del blog florito&coco, y de muchos amigos más que se pasarán a visitarnos. ¿Te lo vas a perder? Además de artesanía, podrás disfrutar de gastronomía original y creativa y del entorno maravilloso que Aníbal González creó para la que iba a ser su obra maestra...

Creo que razones no faltan para disfrutar de un domingo de noviembre de una forma diferente. 

Te esperamos.

Besitos!

Mil maneras de reciclar un jersey: de vuelta al refashion!

Y ya tenía ganas... Este jersey no os lo puedo enseñar paso a paso porque ya lo tenía desmontado cuando empecé el blog. Es de hace por lo menos siete temporadas, cuando estaban tan de moda los boleros y también se daba ese largo en formato jersey. Y tenía unas mangas larguísimas y acampanadas. Así que quité lo que sobraba como expliqué en el tutorial del jersey rojo. Con lo que deshice de las mangas me salió mucho hilo, pero no tanto como para darle un largo a la cadera. Así que registrando en mis ovillos reuní tres colores más (de diversos orígenes: el blanco me sobró de los zapatitos de Natalia, el color vino de acortar las mangas de un jersey que me venía muy grande y el rosa bebé era otro resto de origen desconocido...) y me puse manos a la obra.

 El punto utilizado es el mismo de los cuadros granny, tres puntos altos y una cadeneta y en la siguiente vuelta los tres puntos altos se cogen al punto de cadeneta de la hilera inferior. Cuando el color vino se acabó (había muy poco hilo) seguí algunas vueltas más con el rosa del jersey y terminé con unas puntas de 5 puntos altos y un punto bajo. En el puño simplemente cerré los puntos abiertos de dos en dos.

Este otro proyecto es de hace cuatro años al menos. Puedo decir que casi fue una obra de ingeniería. Era una chaqueta con cremallera, corta a la cintura, con las mangas larguísimas de campana y un enorme cuello marinero. Le quité la cremallera y deshice parte de las mangas, el cuello y la liguilla de canalé que tenía... vamos, convertí la chaqueta en un bolero. Después tejí con crochet todo lo que veis y le hice el cordoncillo con una técnica que se llama corking (pronto pondré un tutorial) No tengo gráfico del punto que lleva la parte de abajo de la chaqueta, si lo encuentro, lo añadiré al post.

Me encanta reciclar la ropa. Me hace más ilusión que cuando hago una prenda desde cero, comprando los ovillos nuevos. ¿Has remodelado tú alguna prenda? ¿Cómo te quedó?

Pronto tutoriales de verdad.

Besitos!

Un hada en tu habitación

Martina va a recibir dos regalos, la toalla que os enseñé en la anterior entrada y este cuadro. Antes nunca había hecho nada para enmarcar (salvo los cuadros de punto de cruz que hacía en mi adolescencia, cuando me dio por ahí...) 

La idea de bordar un cuadro ha sido de la persona que me lo ha encargado y me ha encantado. Tiene muchísimas posibilidades: el diseño admite muchas más cosas que en una toalla o una camiseta, ya que no tiene que sufrir el desgaste de la lavadora. Podemos poner el nombre del niño, su fecha de nacimiento, su peso y talla al nacer... esas cosas que a todos nos encanta recordar de un bebé. Se puede hacer en muchos tamaños y formatos, adaptándonos a marcos ya fabricados (por ejemplo de ikea, bricor o cualquier tienda de decoración) y así sale mucho más barato que un enmarcado a medida.  

Si te gusta la idea y quieres regalar uno, consúltamelo. Explícame tu idea (motivo que te gustaría, tamaño, colores, nombre y detalles que quieres que te borde...) Te haré un proyecto digital para que te imagines cómo va a quedar y te lo mandaré junto con el precio del trabajo. Si te convence, seguimos y si no, podemos hacer las modificaciones que quieras o dejarlo. Para orientarte, este cuadro, de 30x40 cm sale por 18 euros y el marco, que mide 40x50 cm, por 13 en ikea.

¿Te ha gustado la idea? Yo ya estoy pensando en hacerles uno a cada sobrinita... 

Feliz fin de semana!

¿Pero es otoño o primavera?

En la toalla de Martina, primavera sin duda. 

Lo sé... tengo el blog abandonado! Y no será porque no he hecho cosas... pero algunas se han ido directas a sus propietarios sin pasar por mi cámara. Espero, al menos, rescatar el conjunto que he regalado a mi sobrinita Natalia para su bautizo y poder enseñarlo aquí. 

Esta toalla ha sido uno de mis últimos encargos. Reconozco que el color lila no me convencía para un bebé, pero el resultado final me ha encantado y no me parece que desentone para nada en una canastilla. Todos los colores son bonitos si se combinan bien. Y se puede cambiar un poco para no regalar a los bebés siempre cosas rosas y celestes.

¿Tú prefieres colores clásicos para los bebés o te atreves con otras combinaciones? ¿Te gusta el otoño tanto como la primavera? 

Yo estoy deseando que sea otoño de verdad, porque aquí, en Sevilla, estamos en una prórroga interminable del verano.

Pronto más! Besitos...

Cómodos en el zoo!

Este encargo es para los mellizos Daniela y Sergio, que empiezan este año en la guardería. Su tía Alicia (buena amiga mía) me encargó estos cojines, que tienen que llevar al "cole", personalizados y en colores alegres. Todo lo demás lo ha dejado a mi criterio. He elegido animales que me resultan especialmente simpáticos y colores muy cálidos (y también sufridos, que es importante) y tanto a Alicia como a su hermana les ha gustado mucho. Falta saber si a los pequeños también les gustan.

Miden 35x35 cm y llevan un cojín forrado dentro. Ambas partes (el cojín forrado y la funda decorada) son lavables en la lavadora. Se cierran con un velcro por detrás, por lo que es muy fácil enfundarlos y desenfundarlos. Puedo hacerlos de cualquier tamaño y diseño, con muchos tipos de telas, motivos bordados y tipografías en los nombres. El precio dependerá del tamaño y del trabajo que tenga el bordado. Éstos salen por 18 euros cada uno incluyendo el relleno.

¿Quieres encargar un cojín para regalar? ¿Para regalártelo tú? ¿Tienes alguna idea de cómo te gustaría? Cuéntamelo en un correo a lohehechoyo@gmail.com.

Estoy deseando que se acabe el calor y volver a mis mil maneras de reciclar un jersey... tengo muchos proyectos nuevos en mente, ¿querrás verlos?

Besitos!!

El tren de Aitor

Septiembre siempre me trae cosas positivas más allá del muermo postvacacional. Me encanta ir notando el cambio de tiempo y que vuelva poco a poco el frío. 

Así, pensando en el invierno que está por venir, me han encargado esta manta para un bebé que aún no ha nacido. El tren fue uno de los motivos preferidos por la persona que la encargó (aunque me dio varias ideas para que yo eligiera) y los colores también han sido a su gusto. La manta mide 100x70 cm y tiene una cara lisa, suave y cálida y otra divertida, con tela estampada a cuadros y el bordado. 

Junto a la manta, el pequeño Aitor recibirá un saquito térmico de semillas que se calienta en el microondas y después libera el calorcito lentamente. Así su mamá podrá ponerlo dentro de la cuna cuando haga frío para que se caliente un poco antes de acostarle. Además, el relleno lleva hojas de lavanda que desprenden un aroma muy agradable y relajante para el bebé.

Así empiezo nuevos proyectos, invernales y como siempre personalizados. Mantitas, arrullos, fundas nórdicas... si quieres un regalo original, único y calentito puedes escribirme a lohehechoyo@gmail.com.

Pronto más cositas.

Besos!

Un café con Mafalda

Y hemos vuelto: al trabajo, al mes de septiembre, a las pequeñas rutinas diarias... Y con gran alegría también a los encargos. Mientras recopilo materiales para mis nuevos trabajos he puesto en marcha un proyecto-tutorial que tenía muchas ganas de probar: el rotulador para cerámica que mi hermana me regaló por mi cumple con otros muchos materiales para manualidades. Me ha llevado algún tiempo encontrar tazas blancas tipo mug (por las mañanas necesito "un cubo de café") y cuando las encuentro... hay dos tipos! Me las he traído las dos, por si la tinta se adhiere mejor a alguna de las dos.

Como desde pequeña tengo algo más que afición por la pequeñaja Mafalda, he buscado estos dos dibujos tan bonitos y los he impreso al tamaño necesario para la taza. (aproximadamente unos 8 cm de alto) He recortado unos cuadrados de papel de calcar de otro color, para diferenciar lo que está pintado con el rotulador y con el calco.

Tan fácil como pegar el dibujo y el calco debajo con fixo a la taza, donde queremos que salga el dibujo. Como soy zurda y me gusta coger la taza con la mano izquierda, he puesto el dibujo a la derecha del asa. Que ilusión, mis primeras tazas zurdas!

Este paso es facilito... como cuando era pequeña y tenía que calcar un mapa, pasé el bolígrafo apretando un poco. También es mejor coger un boli que no sea negro para saber lo que llevas calcado y lo que no. Así se queda una vez calcado el dibujo. 

 A continuación se pasa el dibujo a rotulador. Esta parte ha sido la más difícil, el rotulador se atasca con los residuos del calco así que hay que ir limpiando la punta a menudo. No sé si daría mejor resultado calcándolo con lápiz de grafito. Probaré y editaré la entrada.

Así quedó la taza una vez pintada y seca. Los restos de calco los quité con una servilleta de papel, frotando muy suave en seco. 

En las instrucciones del rotulador indica que la tinta se fija en el horno, calentando a 160º por 90 minutos. Advierte además de la necesidad de introducir la pieza con el horno frío para que se caliente gradualmente y lo mismo a la hora de enfriarse, es necesario dejarla en el horno para que se enfríe poco a poco también. Así quedaron terminadas. Aún no las he sometido a la prueba del lavavajillas pero sí las he lavado a mano con una esponja y el dibujo es resistente al agua, al jabón y a la fricción.

Aprovechando el experimento, he probado otros rotuladores que tengo por casa y que no son para pintar cerámica en una zona no visible de la taza. Había leído en algún sitio que también se fijan a la cerámica si se hornean. En ese post hablaban de la marca sharpie. Yo probé todos estos: los metalizados de giotto, un permanente negro de los chinos, un staedtler rojo y un edding plateado.

Después del horneado (se me olvidó hacer fotos antes...) y el fregado así han quedado las pruebas que hice: el rotulador rojo se había borrado prácticamente antes de fregar y se borra sólo pasando el dedo. El negro tampoco ha pasado el "control de calidad". En cambio, el plata y los metalizados (excepto el rosa) han quedado bastante bien, aunque hay que esperar la prueba del lavavajillas. 

Así que te animo a probar y experimentar. A mi me han inspirado sitios como éste y éste otro... pero hay montones!

Edito para contar cómo ha resultado el experimento con rotuladores no especializados. Como era de esperar, el lavavajillas ha eliminado en dos o tres lavados todos los rotuladores que probé en la base. Sólo el plata ha resistido un poco más y finalmente desapareció. En cambio, los dibujos de Mafalda permanecen perfectos. Está claro que si hay un producto específico para una utilidad, siempre será mejor. Pero tenía que intentarlo!

Mucho ánimo para afrontar la semana. Besitos!